Según los datos de la Asociación de Jóvenes de Empresarios de Galicia, que engloba a las entidades de Ferrolterra, A Coruña, Pontevedra, Vigo, Lugo y Ourense, la crisis de la COVID-19 ha afectado especialmente a los socios dedicados a las áreas de pequeño comercio, hostelería y cultura. Todos ellos se caracterizan por el componente fuertemente presencial de sus negocios, lo que provocó graves pérdidas durante el confinamiento ya que se vieron abocados al cierre debido a la falta de clientes. Sin embargo, tuvieron que seguir haciendo frente a los pagos a proveedores, con ayudas no siempre efectivas.
Desescalada
La desescalada también presenta sus dificultades para estos sectores, cuyas empresas van abriendo en un porcentaje cada vez mayor. Muchos han tenido que modificar sus negocios para poder salir adelante, como puede ser la adaptación a la venta on-line, pedidos a domicilio y, sobre todo, instalando equipos de prevención contra la Covid-19.
Las restricciones de aforo afectan en la incertidumbre y en la inversión que tienen que hacer en mamparas, elementos de protección y señalética, además de en la facturación ya que se reduce el número de clientes.
Además, los socios consultados coinciden en su mayoría en considerar “insuficientes”, las ayudas existentes.
Sectores que resisten
Desde AJE Galicia recogen la opinión de sus entidades acerca de que los sectores que mejor están encarando la crisis son los dedicados a consultoría, marketing, gestión, formación -gracias al teletrabajo-, y los que dada su relación con el impacto de la crisis provocada por la Covid-19, reciben más encargos de lo habitual, como pueden ser empresas del sector de limpieza, logística, tecnología o salud.
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